Con una mezcla de acrílico y lápiz, María Auxiliadora y su bendito Niño se presentan con sus coronas del Centenario, rodeada de rosas en color rosa, ofrendas de sus devotos. El celeste del cielo de Málaga, de las tardes del mes de Mayo abriga a la Santísima Virgen, creando los dos colores característicos de María Auxiliadora, el rosa y el celeste.

De la mano del Niño, pende una cinta celeste, característica de nuestra imagen, sobre todo en los besacintas del mes de Mayo y del aniversario de la Coronación Canónica. Dentro de la misma, una oración “Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea” en honor a Don Ventura, que desde el Cielo tenemos por seguro que se la recita cada día a nuestra Madre, ya que era una de sus oraciones favoritas. Y para cerrar la obra, la advocación de la Virgen. Ella es el Auxilio de toda la ciudad.